Por ahí van ya unos cuantos días los valientes de la VENDEE GLOBE, un veinticinco por cien de los participantes ya han tenido que abandonar el desafio, por choques con pesqueros, roturas varias, cómo el mástil de la única participante, pero en fín son problemas propios de la aventura de dar la vuelta al mundo en solitario y sín ayuda exterior, para mí mucho más meritorio que la Volvo Ocean Race, con sus tripulaciones completísimas, sus etapas con sus descansos y hacer reparaciones, algo tendrá esa Vendée para enganchar a veinte participantes en lugar de los cinco ó seis barcos de la Volvo.
Veremos la próxima Barcelona World Race a cuantos engancha aunque sea con dos tripulantes y un recorrido similar.
El caso es que estos dias estoy leyendo un libro titulado como con el que inicio este relato y ahí veo aquel intento del navegante Alain Colas que quiso intentarlo con un pequeño monstruo de setenta y dos metros de eslora con cuatro mástiles de treinta y dos metros y 1200 metros cuadrados de vela, este hombre consiguio patrocinador para aquel velero metálico que se llamó VENDREDI 13 y más tarde "CLUB MEDITERRANEE".
Este hombre tuvo mala suerte , navegando en su trimaran y en una maniobra de emergencia tuvo que fondear a la brava, se enredo un pie en la cadena del fondeo y casi se le secciona por entero.
Siempre se dudó ya de sus posibilidades de volver a navegar en solitario. Si no recuerdo mal en alguna revista de la época leí que amargado inicio una travesia de la que nunca volvio.
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