Ya hace años, era en Nessebar al norte de Burgas en la costa búlgara. Habiamos botado un velero guapo y habia que hacerle las fotos de aquel bautizo de mar, la lógica imponía hacerle las fotos desde otra embarcación , bien , pero había que solucionar aquel problemillay no se nos ocurrio mas que el alquilarle un bote al pescador allí presente. Yo pensaba que a remo y algo de voluntad algo hariamos, pero ¡Sorpresa!
Aquel bote tenía motor y el joven pescador me hizo subir, montó un par de remos y nos separamos a una distancia prudencial de los demás botes, el hombre se puso de pie y sujetándose de la borda empezó a saltar en aquella barca, yo no entendia, pero al fín caí, aquello llevaba motor de moto y lo estaba arrancando, costó pero se puso en marcha y la barca salio disparada, aquello no tenía inversor ni punto muerto ni marcha atrás, aquello con sus decibelios y su abanico para ventilarlo perseguia al velero que estábamos fotografiando. Cuando acabamos aquella sesión de fotos y cuando faltaba poco para llegar al muelle, aquel pescador paró el motor y con la inercia y algo de remo llegamos al amarre.
Sólo me falto verle desmontar el motor , ponerselo a la moto y perderlo de vista, pero no fue así. habria sido de admirar el ingenio de aquel joven que se fue feliz con los dineros de aquel "Charter" inesperado.
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