lunes, 30 de enero de 2012

EN EL MARE NOSTRUM, NO HAY MAREAS

¡¡¡Y UNA ESO!!!
Recuerdo de horas esperando el cambio de la marea en la desembocadura del río Martín, ahora OUED MARTIL, al este de cabo negro junto al Rincón del Mdiq en el mediterraneo de Marruecos, relativamente cerca de Ceuta.
Mi primo Pepe tenía allí  un velerito de origen creo que francés de madera, impecablemente mantenido"La Belle Christine" , luego TECOELA de Teresa, Concha,Elena y Amparo, nombres de su madre y hermanas.
Barquito con aparejo de cangreja, foque y petifoque y motor marca COUACH de gasolina y seis caballitos, color amarillo que arrancaba a manivela y de un cilindro.
Algunas veces íbamos a cabo negro a pescar al curri, peces limones, algo parecido al bonito, cuando picaban era una fiesta continua.
El fondeo habitual del barquito era el rio mencionado, su calado pequeño, era quilla corrida.Ese barquito de seis metros y medio y dos simples literas dentro, apareció en Tánger, nadie supo decirme cómo, acabo en manos de mi primo, creo que gracias a las gestiones de mi maestro de maestros, mi cuñado Michel.Recuerdo que el mantenimiento del motor lo hacían los hermanos "Lateros", mecánicos de aviación en el aereopuerto de Tetuan, los lateros supongo que porque reparaban aviones de lata, imagino que los Junkers que aún volaban entonces, ví volar alguno y parecían que iban marcha atrás.
¡¡¡QUE ME ENRROLLO!!!
Las mareas llegaban a influir tanto que para salir con aquel barquito del río había que esperar al menos tres horas para que hubiese calado para que por el caño, que decían los lateros poder salir y estar pendientes de la bajamar si no querías quedarte sín poder volver a casa.
Una de las veces que salimos con los lateros, el motorcito daba guerra para arrancar, pues bien, para saber si llegaba corriente a la bujía el latero de turno con una mano sujetando el cable que venía de la dinamo y con la otra mano sujetando la bujía y el otro hermano dándole a la manivela, comprobaban si pasaba corriente al motor. Era el telster humano.
He tenido de repente un flash memorístico, el barquito había sido antes de unos amigos de mi padre, Ernesto Felipes y Jhon Romero, ambos de Gibraltar, pero residentes en Tánger. Con ese barquito habían ido ellos hasta Málaga, tardaron una semana en llegar, en aquella época el barcquito se llamó AQUELUS.
Años más tarde , en Casablanca lo volví a ver en seco, le estaban añadiendo una orza metálica, sabíamos todos que no ceñia lo debido.
Han pasado más de cincuenta años, ¿Dónde estará?
Tengo un libro de la época "Le plaisir de naviguer" en él hay una  foto de un barco casi gemelo al TECOELA.

1 comentario:

  1. Hola Martín.

    Felicidades por el blog y muchas gracias por las historias que compartes. Espero que no te canses y sigas publicando entradas. Acabo de descubrirlo y ya estoy enganchado. Tus anécdotas y apuntes son una delicia, en serio.

    Un saludo,
    J.

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