viernes, 9 de diciembre de 2011

"TRAMPAS INVISIBLES"

En algún relato anterior, hice mención a un incidente que me ocurrió viniendo de Francia con unas redes a la deriva a la altura de Sete, pues bien , la historia se repite, pero no conmigo.
Vuelvo a la época de los Brisas; esperaba yo el regreso a Pobla Marina de un grupo de jóvenes que volvian de una semana por Ibiza, mediaba la tarde, estaba yo tomando mi café en alguno de los baretes del puerto y recibo una llamada en el móvil del barco en cuestion: " Estamos ya cerca del puerto, el barco gobierna muy mal, llevamos algo en la hélice y arrastramos algo"¿Qué hacemos? Os vuelvo a llamar con alguna solución.
Fui rápido a las oficinas del puerto, explico el caso  y pido salir con alguna embarcación del puerto para prestarles ayuda. Contestación : es domingo, no tenemos nada ni nadie disponible para estos casos.Pongo cara de incrédulo, pero tengo la gran suerte de que a mi amiga Gracia se le enciende una luz. MIra acabo de ver pasar a fulano, no me acuerdo del nombre, le llamo y seguro que nos ayuda. Le explico el caso y sín más me dice "ANEM", vamos a su lancha, de madera, antigua pero con un motorazo Yanmar de 75 h.p., arrancamos y salimos, mientras yo ya había informado al Brisas de nuestra salida, con algún que otro pantocazo, nos acercamos al Brisas y con pericia el Sr. de la lancha y su amigo italiano que nos acompañaba, les recogemos el chicote del cabo del fondeo y empezamos a remolcarlo hasta dejar el barco en su amarre.
Me explican los clientes que ya cerca de la costa han notado un frenazo en seco del barco, uno de ellos ha intentado desde el agua ver lo que pasaba, pero como había mar y temiendo darse algún golpe con el barco se ha vuelto a subir y se han dejado acercar a vela hasta llamarme.
Al día siguente acudí de nuevo al puerto acompañado de Oscar con su equipo de buceo y al ratito de sumergirse sale de nuevo y con gran aspaviento me dice " Aquí abajo hay la intemerata".Se sumergió varias veces, me dió un trozo de red y fui subiendo al muelle aquella interminable red  y resultado : veinte mts de red por dos de ancho, un trasmallo a la deriva.
Suerte que tuvieron ellos y yo de la luz que se le encendió a Gracia.
Me dá mucha rabia no recordar el nombre de la persona que se ofreció ni del barquito del que yo sabía algo de su historia, lo ví estrenar en el R.C.N.V. construido en su día por el "Pelailla"calafate del náutico de Valencia.

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